Bomba de agua con molino de viento
Historia
No
existe una certeza total del lugar en donde aparecieron los primeros molinos de
viento, pero algunos inventores mencionan que fue idea del inventor griego
Herón de Alejandría mas o menos por el siglo I. Otros hacen mención de que los
primeros molinos de viento tienen su aparición en el siglo VII d.C. en Persia, los
cuales se utilizaban para regar los campos y para moler el grano de las
cosechas. Aunque no eran tan eficaces para el trabajo al que estaban
destinados, por la forma en que estaban montados, ya que la rueda que sujetaba
las aspas era horizontal y estaba soportada sobre un eje vertical, se
extendieron por China y el Oriente. Fig.1
Fig.1 Molino de eje vertical
Molinos de Viento, (1983) Hace mención que los molinos de
viento no se conocieron en España hasta el siglo XI. Por su importancia y los
fraudes a que se prestaban las operaciones de molienda, fueron desde antiguo
objeto de reglamentación. El Fuero Viejo de Castilla dedica a ellos siete leyes
del libro IV; en el Fuero Real y en las Partidas se hace también referencia a
ellos. Los antiguos molinos de viento de la Mancha, contra los que luchara Don
Quijote, hace años que dejaron de convertir en harina los trigos.
Tenían
otras funciones además de riego y moler el grano; entre los siglos XV y XIX
tenían otras aplicaciones como el bombeo de agua en tierra bajo el nivel del
mar, aserradores de madera, fábricas de papel prensado de semilla para hacer
aceite, trituradoras de cualquier tipo de material entre otras aplicaciones.
Energías Limpias, (2004) hace mención de que el avance más
importante fue la introducción del abanico de aspas, inventado en 1745, que
giraba impulsado por el viento. En 1772 se introdujo el aspa con resortes. Este
tipo de aspa consiste en unas cerraduras de madera que se controlan de forma
manual o automática, a fin de mantener una velocidad de giro constante en caso
de vientos variables.
Decker, (n.d.) menciona que los molinos de torre fueron
el tipo de molino dominante en el Mediterráneo, aunque se trataban de máquinas
menos eficientes con velas muy diferentes. Ya que permanecía inmóvil, el cuerpo
principal del molino de torre podría ser construido a partir de piedra o
ladrillo, lo que le confería mayor robustez. Ambos tipos continuaron en uso,
pero paulatinamente muchos molinos de poste fueron reemplazados por molinos de
torre desde el siglo XVII al siglo XIX.
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